Presencias

La llamada a la santidad que recibimos al ser bautizados la vivimos en medio del mundo, como los primeros cristianos que solo se distinguían por el amor mutuo y por difundir la Buena Noticia a todas las gentes, no por especiales signos o distintivos externos.

Vivimos la vocación como miembros de la IT desde la profesión propia en cualquier ámbito de lo público o privado donde se pueda colaborar en la construcción de un mundo más humano y justo: profesores, médicos, arquitectos, abogados, cuidadores, artistas, investigadores, trabajadores sociales, periodistas, deportistas… Un número elevado estamos en tareas de educación formal y no formal, en todos sus niveles.

También ponemos en marcha o colaboramos con proyectos de entidades o grupos que buscan los mismos fines de transformar hacia los valores del Reino nuestro mundo, marcado por la desigualdad y diversas formas de opresión y violencia.